El impulso de la Orden Franciscana en la configuración del via crucis gallego

El ejercicio devocional del Vía Crucis es una práctica que tiene su origen en los primeros años de la cristiandad. Aunque en los primeros siglos que sucedieron a la muerte de Cristo no existía, se sentó la base para su posterior desarrollo. En esta labor la Orden Franciscana Menor fue la gran protagonista. Ellos fueron los primeros en custodiar la Tierra Santa y a ellos se les concedió el privilegio de instaurar los primeros recorridos dolorosos que se crearon en Europa, especialmente desde el siglo XVI. La presencia de los frailes franciscanos en el territorio gallego, desde la fundación del convento de Santiago de Compostela por el propio San Francisco de Asís, promovió la creación de distintos tipos de Vía Crucis con los que se quería hacer ganar las Indulgencias. Estos recorridos devocionales presentaron unas características muy propias que en líneas generales se mantendrán hasta el propio siglo XX.